Newell’s sacó apenas cuatro puntos en las últimas siete fechas y así dejó escapar la posibilidad de entrar a la próxima Copa Libertadores. Es cierto que aún hay alguna chance matemática, pero es casi imposible que Independiente, San Lorenzo y Racing pierdan sus partidos. Además, la Lepra deberá ganar el suyo ante Godoy Cruz el próximo martes en horario a confirmar. De igual manera, la clasificación a la Copa Sudamericana no deja de ser un premio considerable para un equipo que arrancó el torneo con la única aspiración de engrosar el promedio para no tener complicaciones a futuro.

La Lepra no cierra el año de la mejor manera desde lo numérico, pero las aparición de varios juveniles en el primer equipo y una saludable intención de juego termina siendo un punto positivo en una recta final plagada de inconvenientes. Quizás alguno podría preguntarse por qué Diego Osella no le dio más rodaje a estos pibes y menos minutos a muchos jugadores que no demostraron estar por encima del nivel de los juveniles. Ese seguramente sea un punto de análisis a la hora de hacer un balance del torneo y una planificación a futuro.

En ese contexto, Milton Valenzuela demostró estar a la altura de las expectativas. Y obligó a la dirigencia y al juez Fabián Bellizia a dar marcha atrás a una ventaja acordada de palabra con un grupo inversor extranjero que iba a colocar al futbolista en España por una cifra muy lejana a lo que Valenzuela hoy puede valer. Por eso, ayudado por la presión de los socios mediante comunicados y redes sociales, Valenzuela no será vendido y se quedará al menos un año más en el Parque Independencia.

Para el cierre del torneo, Juan Pablo Vojvoda no podrá contar con Néstor Moiraghi, expulsado en Córdoba. Seguramente aguardará por la recuperación de Sebastián Domínguez pero tampoco seria nada extraño que le dé una chance a Lisandro Martínez, otro de los buenos valores de la reserva rojinegra.