Pasaron ocho años de sequía ante el clásico rival y el fin de la racha llegó con un gol agónico. Por eso, se entiende, el festejo de los hinchas de Newell's después de vencer a Rosario Central fue más grande que el de costumbre. 

Apenas un par de minutos después del pitazo final de Vigliano, el público rojinegro copó Avenida Pellegrini, escenario predilecto para las previas de cada partido. La concentración se inició en la intersección con Paraguay y la caravana llegó hasta el Parque Independencia.

Allí la efervesencia llegó a su punto máximo y los cantitos se repitieron hasta el cansancio. Ya entrada la noche los hinchas continuaban con el festejo, desatados, lejos de querer detenerse.