Newell’s hizo en Paraná un buen papel y se quedó con la sensación de que mereció mejor suerte. Después de un primer tiempo parejo y en el que el local se puso en ventaja, la Lepra salió con la firme decisión de ir a buscarlo en el segundo. Lo empató y casi se lo lleva en el final.

Luciano Pocrnjic: en el primer tiempo respondió ante un zurdazo de Damián Arce. No hizo demasiado en el gol de Fernando Telechea. En el complemento no lo inquietaron. Mejor con los pies respecto a Vélez.

José San Román: pasó de manera constante y resolvió bien. Las dos más claras de la Lepra en la primera etapa llegaron de intervenciones suyas: un centro desde la derecha y un disparo desde afuera del área. En el segundo tiempo perdió varias pelotas en la salida.

Sebastián Domínguez: otro buen partido del Negro. Le dio buen destino a la pelota y estuvo muy atento en la marca.

Néstor Moiraghi: le costó un poco marcar a Matías Quiroga, pero igual se las ingenió para tenerlo siempre afuera del área. En el gol de Patronato lo encuentran mal parado.

Nehuén Paz: se animó a pasar un poco más. Se tuvo fe con dos remates desde lejos sin destino. En la marca cumplió.

Jalil Elías: más preciso que ante Vélez e igual de metido para la presión.

Facundo Quignón: no había hecho demasiado cuando un golpe lo sacó de la cancha en la primera parte.

Joel Amoroso: estaba haciendo un muy buen partido, ganando por su sector con velocidad y terminando bien las jugadas. Pero en dos minutos tiró todo por la borda cuando resolvió mal dos jugadas muy claras que le negaron la victoria a Newell’s.

Maxi Rodríguez: participativo en el armado del juego y también en la lucha para recuperarla. Le faltó pisar más el área en un par de desbordes por derecha.

Jacobo Mansilla: buen segundo tiempo. El equipo lo buscó algo más y estuvo a la altura.

Ignacio Scocco: de arranque le costó encontrar espacios para que le llegue la pelota. Generalmente resolvió bien cuando tocó el balón, como en la jugada del empate, más allá que la termina metiendo el defensor de Patronato en su propio arco.

Juan Ignacio Sills: entró medio perdido. Se acomodó en el complemento y fue de lo mejorcito de la Lepra. Siempre bien ubicado en el retroceso y sabiendo cuándo presionar, también le dio destino seguro a la pelota.

Víctor Figueroa: su ingreso le dio aún mayor volumen de juego al equipo y mayor agresividad en los últimos metros.

Eugenio Isnaldo: apenas unos minutos en cancha.