El juez Fabián Bellizia tendrá desde ahora un mayor control en la administración económica de Newell's. Así se lo comunicó en las últimas horas el presidente Eduardo Bermúdez en una reunión y como consecuencia del último conflicto con Agremiados, en el que los dirigentes cancelaron una deuda de 25 millones de pesos pero que no pudieron terminar de explicar cómo habían conseguido ese dinero (NdR: trascendió que los directivos tomaron un préstamo en negro y el juez quiere conocer el monto, el interés y el plazo).

Como si fuera poco, durante los próximos días desfilarán por Tribunales todos los jugadores del plantel profesional, quienes fueron citados por el magistrado para que informen cuánto recibieron en el último pago y qué se le está debiendo.

Lo que está claro es la desconfianza de Bellizia en los actuales dirigentes y también en los tres miembros del órgano fiduciario, quienes cobran un oneroso sueldo justamente para controlar y asesorar en la administración económica en el Parque Independencia. Por eso, se puso al frente del control financiero. Ya no sólo tendrá injerencia en las decisiones respecto a la venta, compra o préstamos de jugadores; dinero de la televisión e ingresos por publicidad, sino que ahora pretende seguir muy de cerca cada movimiento financiero que hagan los directivos.

A Bellizia le preocupa de sobremanera poder juntar el dinero para el pago a los acreedores (NdR: hay 14 millones de pesos en la cuenta judicial de los 20 que deben pagarse en octubre) y también la cancelación de los haberes del plantel profesional.

El juez estuvo la semana pasada en Buenos Aires junto a los miembros del órgano fiduciario y un abogado del club para reunirse con Sergio Marchi. Desde Agremiados se trajo documentación respecto al pago a los futbolistas y de la deuda que aún reclaman desde el gremio, a la vez que pidió la documentación pertinente en el club de los depósitos para terminar de aclarar cuánto se le debe al gremio. Ahora cotejará con los jugadores si los pagos fueron correctamente imputados y si todavía persiste alguna deuda con ellos. Está claro que Bellizia quiere tener controlada la economía leprosa y evitar así futuros conflictos e inconvenientes.