Rodríguez: Sin responsabilidad directa en el gol. Pero le volvieron a patear poco, y le marcaron.

Ferrari: El centro que derivó en el gol del empate de Villasanti, salió desde su sector.

Leguizamón: Muy bien en los anticipos, arriesgando. No cometió faltas. Cumplió.

Martínez: Sigue cumpliendo. Atento en los cierros y en los anticipos. Otra buena tarea.

Parot: Temperley buscó atacar por su espalda y el chileno respondió. Podría haber hecho algo más en el gol de Villasanti.

Romero: Se ganó una amarilla innecesaria en la primera parte. Mal con la pelota en los pies. Aportó un remate de media distancia. Flojo.

Colman: Asistencia quirúrgica para el primer gol de Zampedri. Se quedó en la marca de Villasanti en el empate de Temperley.

Gil: Demasiado intermitente. Estuvo cerca del gol, con un tiro libre en el arranque del partido.

Carrizo: Le pesó el rol de armador. Impreciso, e indeciso con la pelota en los pies. Hizo una buena en el complemento, nada más. Sigue en bajo nivel.

Zampedri: La primera que le quedó redonda la transformó en gol. Las peleó todas, pero cometió demasiadas faltas.

Ruben: Un buen remate suyo casi quiebra la resistencia de Ayala. Y estuvo cerca de cortar su sequía con un disparo cruzado que se fue besando un poste. Lo reemplazaron antes del final, y sigue en racha negativa.

Ingresaron luego:

Herrera: Casi saca máximo provecho de un centro de Carrizo, pero un disparo se fue apenas desviado.

Maxi González: Más ordenado que Romero. Correcto en la marca y sobrio para distribuir.

El árbitro

Abal: Quedaron muchas dudas en una acción del primer tiempo, en la que todo Central reclamó penal sobre Zampedri. Pero Abal estaba muy cerca y no lo cobró. Lo mismo se repitió en el complemento, y el juez volvió a obviar. Correcto para amonestar. Muy celoso para sancionar faltas en ataque de los delanteros.

El técnico

Montero: El equipo sigue en deuda. No pudo ganar en estas primeras tres fechas, y sigue evidenciando problemas de gestación de juego. El segundo tiempo fue muy flojo. Y Montero se dio el gusto de guardarse un cambio. Una actuación preocupante.