Que el celular se usa cada vez más y el cara a cara parece cosa del pasado no es ninguna novedad. Pero ahora, a ese notable cambio de hábito le pusieron cifras. En Argentina, al menos el 80% de las personas observan su celular 8 veces en 1 hora como mínimo, hecho que puede generar trastornos de ansiedad, actitudes obsesivas y problemas de pareja.

Según el doctor Carlos Pachuk, “la informática y la biogenética han logrado un cambio antropológico que produjo otro ser humano. El sujeto del siglo XXI es un ser tecnovivo o biotecnológico, es decir, los objetos son una prolongación de nuestro cuerpo, el celular una continuación de las manos, un aparato pseudoimplantado que nos conecta con el mundo al instante".

La ansiedad puede llegar por el uso de las redes sociales. Según el psicoanalista, tanto en Twitter como en Facebook hay una cultura de la inmediatez  y ha mutado el sentido del tiempo, que ahora se mide en minutos o en horas cuando antes era entre días y semanas.

La falta de respuesta “al toque” produce inseguridad e ideas paranoides ¿Qué estará haciendo el otro? ¿Por qué no me contesta? ¿Me tendrá en cuenta? También remarca que al ver tanto el celular y estar hiperconectado termina sucediendo que hay una tendencia paradojal de conectarse con lo lejano y rechazar lo próximo. "Ha cambiado la forma y el ritmo del encuentro entre las personas que no pasa por la palabra hablada sino por el mensaje de texto o Whatsapp, hemos retornado al lenguaje gráfico con un estilo acelerado", asegura el psicoanalista. 

Las relaciones de pareja también se ven afectadas con las redes sociales. En la actualidad las relaciones amorosas "son fugaces, polimorfas y multivariadas, con las páginas algunas gratuitas y otras pagas todos hacen casting y es posible salir todos los días con una persona diferente".