Una torta con más de cinco cuadras de largo. Así es el postre que este domingo entró en el libro Guinness de los Récords de la mano de la región de Amambay y de un propósito claro: luchar contra el abuso infantil.

La propuesta nació de la Gobernación de la zona y el despacho de la primera dama del departamento.Para cumplir con el reto se utilizaron 3.000 kilos de harina, 40.000 huevos, 1.000 kilos de dulces. Trabajaron de primera mano en la elaboración unas 100 personas, profesionales de la cocina. El resultado: una torta de 502 metros.

El fin primordial del acontecimiento era protestar contra el abuso infantil en Paraguay y en el mundo, y a su vez superar el récord de la torta más larga, que había logrado medir 423 metros.

Además de los 100 profesionales de la cocina, más de 500 voluntarios se anotaron para ayudar en la actividad. Estuvieron representantes de Récord Guinness, autoridades nacionales y medios de prensa del Brasil.