El municipio de Cormorant es uno de esos pequeños poblados estadounidenses en el medio de la nada. Bueno, este está en el medio del estado de Minnesota. Y parece que a sus poco más de 1000 habitantes no les preocupa demasiado la figura del intendente ("major", en inglés) porque hace tres elecciones que vienen eligiendo a Duke, un adorable perro, como su gobernante. 

Sí, por suerte, el mundo da para todo. Y en esta pequeña ciudad, donde la política se hace a nivel tan local, la intendencia es un espacio casi simbólico. Por eso sus ciudadanos prefieren tener a Duke en ese cargo y dejar la verdadera gobernación (porque, al fin y al cabo, alguien tiene que manejar el pueblo) en un directorio integrado por varias personas. Ojo, hasta hay tesorero. 
 

Una vez aclarada la pregunta inmediata sobre quién gobierna realmente la ciudad, hay que volver a Duke. Él es un perro de nueve años que dedicó su vida entera a la política: hace tres mandatos que ejerce como intendente de Cormorant. Y sus tareas como mandatario van más allá de posar para fotos con un tierno gorro que dice "Mayor": está presente en los eventos más importantes del pueblo y aparece en la cartelería pública.

Aunque para la mayoría del mundo pueda parecer una locura, no debe estar nada mal transcurrir los períodos electorales con tanta tranquilidad. El consenso sobre la elección de Duke es casi total entre los habitantes. Aunque, cuidado, en esta elección algún atrevido votó por su contrincante: su novia, Lassie, otra perra.

Pero ojo, que los de Cormorant no están solos en esto de elegir animales como intendentes: en Estados Unidos hay registro de al menos otras dos ciudades gobernadas por perros, una por un gato y una por... una cabra que toma cerveza.