Más allá del triunfo en el debut, Miguel Ángel Russo marcó los problemas que ha tenido el club para cerrar algunos refuerzos, más allá de haber conseguido seis nombres nuevos. "Las complicaciones del libro de pases fueron muchas. Nos encontramos incluso con esposas (de jugadores) que no quieren venir a vivir a Rosario. Es una realidad, es muy duro y me duele decirlo, pero chocamos contra eso también", detalló el DT.

La causa principal de esa negativa familiar de algunos futbolistas a radicarse en esta ciudad es su imagen de territorio copado por la violencia urbana. El hecho de que Rosario vivió un 2022 récord en cantidad de homicidios (287 muertes violentas) le da sustento a ese criterio. Y además, la información constante de balaceras, amenazas mafiosas, usurpaciones de vivienda y demás calamidades del trajín criminal a la que el Estado no logra ponerle coto. 

Esa escalada de violencia y de inseguridad han encontrado, en definitiva, un elemento más que los futbolistas han tomado en consideración y que exceden ampliamente una buena propuesta económica o de proyecto deportivo.