Ignacio Scocco se reencontró con los goles que supo hacer en toda su carrera. Gracias a una evidente mejora física, anímica y futbolística, el delantero leproso lleva cuatro goles en igual cantidad de partidos que le han permitido a Newell’s ser por ahora el único escolta del líder Estudiantes.

“Hay que valorar el trabajo del equipo. Salió un buen partido, tuvimos posesión de pelota, creamos muchas situaciones de gol y ganamos, que es lo más importante. En los amistosos de pretemporada habíamos mostrado algo parecido, pero en estos primeros partidos nos había costado, salvo esa primera media hora con Tigre. Uno siempre se exige al máximo y a veces nos preguntamos por qué tenemos un partido tan malo como con Sarmiento y otro tan bueno como con Atlético. Hay que lograr la regularidad”, dijo Scocco.

El delantero leproso relativizó sus goles y se mostró contento porque el equipo gana. “Lo que busco es estar bien físicamente porque eso me va a hacer rendir mejor en la cancha. Obvio que uno quiere convertir, porque los goles te dan mucha confianza personal, pero lo que más busco es ayudar al equipo. Me pone contento que mis goles aporten para el equipo. Siempre busco eso, aportar para ganar. Porque si no, no tiene sentido hacer tantos goles”.

Y aunque la gente lo ovacionó, Scocco quedó dolido por los silbidos a Sebastián Domínguez cuando ingresó sobre el final del partido: “El fútbol es así, son momentos. Si andás bien la gente te reconoce y si andás mal te lo hacen saber. Mucho más en este club, que es muy exigente. Obvio que me alegra el momento, pero me fui con bronca por lo que pasó con Seba (Domínguez), porque no se lo merece, es injusto. Me tocó vivir algo así en el torneo pasado y no es grato. Me duele mucho, a veces la gente es injusta. Pocos ven lo que uno deja para estar acá. Dejamos muchas cosas de lado porque nos gusta, porque queremos estar en Newell’s, pero a veces es difícil”.