La preocupación de las autoridades y organizadores del Australian Open por el coronavirus hizo que se lleven al extremo las medidas  de bioseguridad  a través de un riguroso protocolo que incluye una postergación de su inicio, el aislamiento preventivo de los jugadores y la disposición de que la fase previa se dispute en otro país. 

En medio de tantos anuncios, también se indicó que con fines de resguardar el medioambiente a partir de 2021 todo el personal del torneo, así como los árbitros y jueces de línea usaran eco prendas con materiales reciclados.

El primer Grand Slam de la temporada retrasó su comienzo para el 8 de febrero, unos 20 días después de su fecha habitual y los tenistas podrán ingresar a Australia con una excepción para ellos y su cuerpo técnico los días 15 y 16 de enero con destino directo a Melbourne. Allí deberán permanecer en una burbuja por los 14 días que dura la cuarentena y todo el tiempo que estén en ese país estarán vigilados por la policía local.

Los directores del certamen también anunciaron que la qualy se disputará en Dubai el 8 de enero para evitar aglomeraciones  y que los 16 clasificados de cada categoría, masculina y femenina, vuelen directo a Australia para cumplir con las dos semanas de aislamiento.

Además de todas las medidas de prevención sanitaria, desde la organización del campeonato australiano pretenden hacer un cambio orientado a la integración de recursos sustentables para asumir una mayor responsabilidad social. Motivo por el que se firmó un contrato con una importante compañía de moda que será la encargada de diseñar equipamiento para los deportistas e indumentaria para el personal y los árbitros con una colección de ropa y accesorio con tejidos derivados de botellas de plástico recicladas, con elásticos absorbente y protección contra los rayos UV.