Navidad y Año Nuevo son fechas especiales que siempre se celebran con pirotecnia, aunque en la ciudad exista una normativa que prohíbe su utilización. Asimismo, estos fuertes ruidos traen graves consecuencias para la salud de los perros y gatos, cualquiera sea su edad o raza.

La pirotecnia y fuegos artificiales con fuertes explosiones pueden generar un grave impacto en los animales, sobre todo en perros y gatos, provocándoles palpitaciones, taquicardia, temblores, náuseas, jadeo, desorientación y ataques de pánico, entre otros síntomas. Los efectos son diversos y de diferente intensidad y gravedad.

Sucede que los animales tienen un oído sumamente delicado y agudo, escuchan hasta sesenta veces más que los humanos y por ello los estruendos provocan que se escapen en busca de protección quedando expuestos a accidentes o a extraviarse.

Algunas recomendaciones:

  • Proteger los oídos de los perros y gatos con tapones de algodón que reduzcan los ruidos.
  • Nunca dejar a los animales atados.
  • En caso que el animal quede solo en el domicilio es importante dejar un ruido de fondo como la radio o el televisor encendidos para tapar las explosiones.
  • Es importante que los animales no tengan acceso a patios y balcones ya que en un estado de alteración pueden arrojarse al vacío.
  • No utilizar jaulas.
  • En el caso de utilizar una medicación es fundamental hacer la consulta con el veterinarios.
  • Para evitar un escape, buscar un lugar asilado y seguro, como por ejemplo una habitación no muy pequeña donde el animal previamente se sienta cómodo para que descanse.
  • Es importante tener en cuenta que los perros y gatos que viven en la calle también son perjudicados por los estruendos provocados por la pirotecnia.