El sindicalista Román Moyano, de Smata Rosario, pasó la noche detenido en la comisaría de Fray Luis Beltrán, bajo la orden del fiscal Aquiles Balbis, por incumplir mandato judicial en el conflicto por los 23 despedidos en Guerrero Motos. Fue imputado "con medidas no privativas de su libertad" y  liberado durante la tarde de este miércoles. Desde distintos sectores plantearon una gran preocupación por la criminalización de la protesta. 

En diálogo con RosarioPlus Ernesto Rojas, representante gremial de Smata detalló los distintos "atropellos" que esta semana terminaron con la detención del trabajador. Desde el gremio de los mecánicos aseguran que es una muestra más de una serie de hechos que reflejan el avance de la empresa sobre los derechos de los trabajadores, entre ellos el más preciado: la vida. 

"Todo empezó en octubre. La planta estuvo cerrada apenas unas semanas en el inicio de la pandemia, y en mayo se iniciaron las actividades, con los cuidados correspondientes. Pero también con menos personal, adelantando vacaciones, aprovechando también la poca demanda de producción que tenía la empresa. Pero poco a poco esos cuidados se fueron relajando", detalló. 

"En pleno pico de la ciudad los cuidados eran casi nulos: no había alcohol en gel para los operarios, no había distanciamiento, nadie controlaba ingresos a la fábrica para hacer la trazabilidad llegado el caso de un positivo, etc. Esto hizo que en octubre, luego de hacer todas las demandas correspondientes y ante la falta de respuestas, demos a conocer la situación a los medios y empezamos con una serie de medidas de fuerza", explicó. 

Smata: "No se puede criminalizar la protesta social"

Esta serie de protestas terminó con 23 personas desvinculadas de la firma que mantienen desde hace tres meses una dura negociación en la que se contabilizan ya dos desacatos de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo por parte de la empresa. "A nosotros nos dijeron que no podíamos protestar más frente a la empresa, y por eso Moyano termina detenido. ¿Pero la empresa puede incumplir y no pasa nada? ¿Nadie entiende la desesperación de los trabajadores?", reclamó Rojas.

En este mismo sentido se expresó el abogado Leonel Botta, defensor de Moyano. "El descontento es muy grande. No se puede entender que se tomen este tipo de medidas para una protesta sindical en la que además el ministerio de trabajo ya se expidió a favor de los trabajadores y dictó la conciliación obligatoria. Conciliación que la empresa desoye", manifestó. 

Finalmente aseguró que "pareciera que es un adoctrinamiento a la protesta social. Porque tranquilamente se lo podía imputar en libertad y no hacerle pasar la noche preso, por un delito de desobediencia que tiene un mínimo muy inferior a lo requerido para que te dejen preso".