Como todos los años, del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana de la Lactancia Materna, una serie de jornadas para concientizar sobre la importancia de “tomar la teta” hasta los dos años de vida. En ese marco, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió un comunicado en el que destacó la premisa de que la lactancia natural es “una responsabilidad compartida” y remarcó la importancia de sostenarla más allá de los seis meses. 

El comunicado completo:

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y a partir del 6to mes introducir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con la lactancia hasta los dos años. Las buenas prácticas de alimentación de las niñas y los niños pequeños constituyen una de las intervenciones más efectivas para mejorar la salud de la niñez.

La evidencia muestra que la leche humana no pierde sus propiedades con el tiempo y que durante el segundo año de vida puede suplir 1/3 de todas las necesidades de proteínas. La superioridad de la leche humana sobre cualquier otro alimento (como las leches de fórmula) para la nutrición y desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida ha quedado bien demostrada en numerosos estudios científicos, que señalan un mayor riesgo de numerosos problemas de salud en los niños no alimentados con leche materna, entre los que cabe resaltar un mayor riesgo de muerte súbita del lactante y aumento de la morbimortalidad durante el primer año de vida. La lactancia también previene las  infecciones respiratorias, digestivas entre ellas la diarrea, reduciendo el riesgo de hospitalización en ambos casos en 57% y 72%, respectivamente. A largo plazo disminuye el riesgo de sobrepeso en un 26% y también de diabetes tipo 2 en un 35 %. Cabe resaltar que es superior en su composición adaptándose a las necesidades del lactante y varía a lo largo de la lactancia, a lo largo del día, e incluso a lo largo de cada toma. Asimismo, ofrece beneficios para la persona que amamanta ya que reduce el riesgo de cáncer de ovario y de mama con la continuidad en el tiempo de la lactancia. 

A partir de los 6 meses, está indicada la incorporación de alimentos. Si bien la leche humana continúa siendo el alimento principal, se trata de un proceso gradual,  donde los niños y las niñas pasan de un solo alimento a la presentación de la amplia y variada dieta familiar con diversidad de colores, olores, texturas, gustos y sabores. Entendiendo la alimentación como un hecho cultural es importante conocer costumbres, tradiciones y posibilidades de cada grupo familiar. Luego de la toma al pecho se pueden ofrecer paulatinamente los distintos alimentos recomendados. De esta forma el bebé los aceptará mejor y aseguraremos que reciba todas las calorías y nutrientes que necesita. El período de la alimentación complementaria se caracteriza por gran velocidad de crecimiento y rápido desarrollo, lo que hace a los niños muy susceptibles a deficiencias y excesos de nutrientes.

Nos proponemos hacer lugar a la incorporación de los diversos grupos de alimentos basándonos en una alimentación saludable mientras se continúa con la lactancia materna a demanda.

En cuanto al neurodesarrollo, se sabe que la leche humana contiene numerosos nutrientes, entre ellos tiene gran importancia el DHA (ácidodecosahexanoico)  en el desarrollo del sistema nervioso central. En el lactante es un nutriente esencial, ya que no lo puede sintetizar endógenamente de forma eficiente, dada la inmadurez enzimática presenteen el inicio de la vida, por lo tanto, debe recibirlo de una fuente exógena, siendo la leche materna la fuente principal.

En cuanto a su papel en el neurodesarrollo, se sabe que el DHA se encuentra en grandes concentraciones en los fosfolípidos de las membranas celulares cerebrales e interviene en procesos de neurogénesis y neurotransmisión, a lo que se suma el papel protector frente al estrés oxidativo y al daño celular. También se lo asocia al desarrollo visual y cognitivo en niños amamantados,  relacionado directamente con la duración y la frecuencia de la lactancia.

Se conocen otros beneficios con relación al momento de amamantar, más allá del valor nutricional y los beneficios de los componentes de la leche humana, dado que es un momento donde se estimula al lactante y en el cual se establecen vínculos que colaboran en la construcción subjetiva del bebe. 

Es fundamental conocer el deseo de la persona que amamanta. La pareja (si la hay), la familia y la red de sostén y acompañamiento, constituyen un entramado fundamental para que la lactancia pueda sostenerse en aquellos casos en los que se desea. También es fundamental el rol que desempeñamos como profesionales de la salud para para  acompañar y apoyar la continuidad de la lactancia, así comoel estado arbitrandolas políticas públicas que promuevan y protejan la lactancia

Algunos datos…  ¿y qué dice la ley vigente?

La Encuesta Nacional de Lactancia (ENaLac) es un estudio observacional de corte transversal realizado exclusivamente en los efectores del subsistema público de salud en las 24 jurisdicciones de Argentina. En la última edición del 2022 se observó que aproximadamente 9 de cada 10 niños de 0 a 6 meses de edad recibían lactancia (91,7%), y la mitad lo hacía en forma exclusiva (53,2%); a su vez, el porcentaje de lactancia exclusiva desciende a medida que aumenta la edad de los lactantes, pasando de 53,5% a 44,6% en los niños de 2 y 6 meses, respectivamente.

De acuerdo con la 2da. Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada en Argentina (ENNyS2, 2018-19) si bien el 96,9% de los recién nacidos en nuestro país inician la lactancia al nacer, la prevalencia de la lactancia exclusiva al 6to mes es de sólo el 43,7%. 

Según la ENaLac 2022 el porcentaje de niños y niñas de 12 a 15 meses con lactancia  continuada en nuestro país es 80,6 %. La lactancia continuada mostró una mejora, pasando de tener una prevalencia de 77,8% (ENaLac, 2017) a una de 80,6%, manifestando un aumento de aproximadamente 3% para este indicador.

Para que la lactancia pueda seguir sosteniéndose luego del 6to mes, requiere del acompañamiento familiar, laboral , del compromiso del estado y de políticas públicas que permitan que pueda llevarse adelante.En nuestro país contamos con leyes y políticas públicas que garantizan los derechos de las personas a amamantar y ser amamantadas, como la Ley N° 26.873 de Lactancia Materna y la “Ley de los 1000 días", (Ley 27.611 de “Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia”). Esta última fue sancionada el 29 de diciembre de 2020 y ofrece acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños y niñas.

La ley 26873, de lactancia materna propone garantizar, en el marco de las políticas públicas de lactancia, la promoción de la lactancia natural exclusiva y prácticas óptimas de alimentación en niños de hasta los seis (6) meses de edad; promoción de lactancia  continuada y alimentación complementaria oportuna para niños de hasta dos (2) años de vida.

Toda trabajadora en período de lactancia podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por un lapso más prolongado." Ley 20744 de Contrato de Trabajo, art. 179

En caso de que no pueda llevar a su hijo/a al lugar de trabajo, éste debe contar con un espacio adecuado (limpio, cómodo y privado) para la extracción de leche y posterior conservación en heladera.

Si bien esto es un derecho, aunque mínimo, sabemos que en muchos lugares no se cumple y debemos trabajar por el mismo. El primer paso para ello es visibilizarlo.

La Dirección de Salud Perinatal y Niñez recomienda la instalación de un EAL (espacio amigo de la lactancia), permanente en todo ámbito de trabajodonde se desempeñen 20 o más personas con capacidad de gestar o en edad fértil. El mismo consiste en un sector privado e higiénico, dotado de las comodidades mínimas y necesarias para garantizar la extracción de leche o el amamantamiento. El cumplimiento de esta iniciativa es clave para el sostenimiento de la lactancia fuera del hogar y está en concordancia con el lema de este año de la Semana mundial de la lactancia: "Promover y sostener la lactancia al volver al trabajo".

Lactancia y destete 

Se sugiere que el proceso de destete sea, siempre que sea posible, programado, progresivo y acompañado por los otros cuidadores del lactante, respetando cuestiones personales, sociales y culturales que implican este cambio. Recomendamos que sea parte de un proceso en donde se va poniendo palabras a lo que va a ir sucediendo y los cambios que se van a plantear a las niñeces.

Es importante señalar en este aspecto que la decisión del destete puede estar en relación con múltiples variables o causas. Hay destetes abruptos por enfermedad oporque se requierealguna intervenciónen la persona que amamanta. En ocasiones se les indican medicaciones y por desconocimiento se suspende la lactancia, por lo cual se recomienda consultar en páginas afines antes de tomar alguna decisión (e-lactancia.org).

En los destetes graduales se va acompañando el proceso de forma tal que el niño o la niña vaya realizando menos tomas diarias hasta la finalización.

Según datos oficiales de nuestro país, respecto al destete las cifras son 8,5% al 6to mes y el 18,7% entre los 12 y 15 meses de edad (ENaLac 2022)

Dentro los motivos que se mencionaron en las encuestas nacionales para el abandono de la lactancia los más importantes fueron: "Me quedé sin leche",  "El niño o la niña dejó solo",  El niño o la niña se quedaba con hambre", " Tuve que salir a trabajar", "Era muy difícil amamantar y sostener mis otras tareas" (ENNyS 2018)

En este punto creemos importante enfatizar en que no hay una forma o manera universal de destete, que recomendamos escucharel deseo y la voluntad de la persona que amamanta.  Brindar apoyo ante dificultades y acercar información clara y precisa a las familias.

Como pediatras creemos que es fundamental no culpabilizar ni juzgar las decisiones de las personas que amamantan. Destacamos como necesario sostener y acompañar estos procesos con una mirada y escucha ampliada,  atenta a cada diada singular.