El Municipio avanza con distintos métodos para intentar controlar la población de palomas, un problema de larga data que no encuentra solución. Es que las excreciones de estas aves dañan y ensucian fachadas, balcones, obstruyen desagües, e incluso pueden tener consecuencias peligrosas para la salud de los rosarinos. En este marco, una de las iniciativas será instalar un palomar ecológico para reemplazar los huevos naturales por huevos artificiales, según reveló una autoridad local en el tema.

“Hace varios meses que se viene aplicando un alimento rociado con Nicarbazina”, explicó en Sí 98.9 Luciano Marelli, subsecretario de Ambiente y Espacio Público. Puntualmente, se trata de una sustancia antiparasitaria, que posee, además, un efecto secundario como inhibidor de la capacidad reproductiva de las palomas, interfiriendo en la formación de la yema del huevo, lo cual deriva en una reducción de la fertilidad de estas aves.

Por otro lado, el funcionario detalló: “Venimos trabajando en algunos sectores de la ciudad, como las peatonales, en los que identificamos mayor presencia. Allí se aplica un repelente natural a base de ajo que los ahuyenta, aunque no 100 por ciento. Tiene un efecto residual que se diluye en el tiempo y por eso hay que replicarlo. Nos ha dado resultado en eventos masivos como la Noche de Peatonales”. Además, explicó que se realizan relevamientos de terrazas y azoteas de edificios públicos del microcentro "para identificar nidos o palomares".

“Si bien las palomas no son consideradas una plaga y hay una ley de protección animal por la cual no podemos salir a cazarlas, sí podemos minimizar su impacto”, explicó Marelli. Al respecto detalló que se está trabajando para implementar próximamente “palomares ecológicos”. ¿De qué se trata esta alternativa? 

“Son lugares donde se cambian los huevos naturales por huevos plásticos para tener un control de natalidad más riguroso. Se les da un lugar a las palomas para que puedan instalarse y se hace una operación de reemplazo manual”.

“Como paliativo estamos reforzando el lavado en algunos sectores de la Peatonal Córdoba durante las mañanas. Ahí además de palomas hay estorninos, un ave exótica que genera molestias porque la materia fecal tiene un olor particular”, sumó el funcionario. Por último, subrayó que “no se busca eliminarlas, sino tener un control de la población, una cantidad razonable para el ecosistema”.

Proyecto aprobado

En diciembre de 2022, el Concejo aprobó la creación del "Programa de Control de Palomas Urbanas" a través de la utilización de métodos "éticos y científicamente comprobados". Dicho proyecto (presentado por el edil Miguel Tessandori) señalaba que las heces de una paloma “son altamente corrosivas y muchas contienen simientes que terminan brotando en las fachadas de edificios históricos y protegidos, provocando daños y afeando su aspecto”.