Desde que el primer vecino de Joaquín Pérez, el joven arquitecto de 34 años asesinado la noche del martes en Arroyito, llamó al Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias para pedir ayuda, hasta que llegó la ambulancia pasaron 13 minutos. Esta extensa demora tiene un motivo concreto, el móvil que asistió a la víctima no podía circular a más de 40 kilómetros por hora por problemas mecánicos.

"En ese momento no había ninguna ambulancia disponible, la única que había era la que se mandó, que no funciona a más de 40 kilómetros por hora por desperfectos técnicos que tiene", denunció Daniel Fernández, delegado del Sies, en diálogo con el móvil de Sí 98.9.

El representante gremial comentó que el primer llamado de alerta ingresó a las 22:54 y el móvil fue asignado a las 22:57 y llegó a las 23:10 a Juan B. Justo al 1700.

"Hace 20/30 días que se venía avisando de los desperfectos que tenía la ambulancia", indicó el trabajador del SIES, y afirmó: "Si hubiese estado en condiciones, en esa distancia no demorábamos más de 7 minutos".

El martes por la noche, en la ciudad había funcionando sólo seis ambulancias, ya que dos habían presentado problemas mecánicos en esa jornada. "Debería haber el doble de vehículos de los que tenemos, hoy estamos trabajando con ocho. Después que hizo la denuncia la Provincia sumó dos que no están operativas".

Respecto de la respuesta que obtuvieron los trabajadores del sector sobre los pedidos de mejoras en las unidades del sistema, Fernández dijo: "La Municipalidad, en teoría, licitó dos ambulancias que llegarían en noviembre; y la Provincia no aporta nada".