En el mes de marzo comenzaron a funcionar en dos penitenciarías de la provincia de Santa Fe los flamantes dispositivos de scanner, que además cuentan con detector de metales. El objetivo de esta tecnología es detectar el ingreso de objetos y elementos prohibido. La novedad es que desde esta semana se sumará una tercera dependencia carcelaria tras haber completado la puesta a punto del equipamiento y la capacitación del personal.  

Durante los 31 días que duró marzo, el sistema logró detectar el ingreso de objetos electrónicos por parte de los familiares de los detenidos, como también elementos cortantes, estupefacientes y hasta un juego de llaves para la apertura de esposas.

El primer dispositivo comenzó a funcionar en la Unidad 2 de Las Flores de la ciudad de Santa Fe, donde ingresan diariamente casi 400  personas entre visitas y personal de la dependencia. Ya a finales del mes de marzo se puso este plan en marcha en la cárcel de Coronda, donde hay un número mayor de personas a ser escaneadas, entre 550 y 600. Esta semana los nuevos controles empezarán a funcionar en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero.

Desde el Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe explicaron que el comienzo progresivo de estos equipos en las cárceles se debió al tiempo que demandó su colocación y luego la pertinente habilitación de la Dirección de Radiofísica que depende del Ministerio de Salud con el fin de chequear que este scanner que utiliza Rayo X no era nocivo para la salud  

Sierras, llaves, celulares y drogas, los primeros resultados de los scanner en las prisiones santafesinas  

Más allá de la advertencia de la puesta en marcha de estos equipos, varios visitantes no dieron el brazo a torcer e intentaron ingresar objetos prohibidos a las penitenciarías ya sea camuflada entre bolsos o en la misma ropa. Los objetos metálicos resaltan en color azul y los plásticos en verde, y al ser un sistema dual –que permite captar imágenes desde arriba y desde el costado de cada bulto– nada pasa desapercibido.

Entre los elementos secuestrados hay muchos electrónicos, como teléfonos celulares, cargadores, chips, relojes Smart. Además, elementos corto punzantes y drogas. Tal es el caso del penal de Las Flores, donde se encontró una sierra y también un juego de llaves para abrir esposas que fueron detectadas el pasado viernes.

Desde el Servicio Penitenciario aseguraron haciendo un balance que el nuevo sistema de control es “satisfactorio” y que ello generó resquemor en la población carcelaria y sus familiares. "En las visitas vemos que vienen, ven que están pasando por los scanner y mucha gente se vuelve. Entendemos que es porque traen algo prohibido y no quieren que se lo detecten", consideraron desde la dependencia pública.

En la imagen puede notarse un bulto que corresponde a un teléfono celular.
En la imagen puede notarse un bulto que corresponde a un teléfono celular.

Pero no todo es ameno, este sistema también generó algunas complicaciones que luego lograron se enmendadas. En el penal de Las Flores, donde su población carcelaria supera los 1.400 internos, hubo protestas por las demoras en los ingresos a la visita y también por parte de los internos. Coronda, cárcel en la que conviven 2.200 presos, también hubo planteos en torno a este tema.

Pese a esto, la semana pasada terminó la fase de entrenamiento del personal en la cárcel de Piñero y se espera que a partir de esta semana el sistema de los dos scanner y el detector de metales comience a funcionar al 100% en ese penal, donde el ingreso de teléfonos celulares es una problemática constante y para lo cual el gobierno provincial también invertirá casi un millón de dólares en inhibidores importados de Israel en la búsqueda de terminar con el "call center" carcelario.

El scanner por donde pasarán todos los objetos que se quiera ingresar en Piñero, pieza clave para erradicar los celulares de comando del crimen organizado. (Foto: Sofía Levin)
El scanner por donde pasarán todos los objetos que se quiera ingresar en Piñero, pieza clave para erradicar los celulares de comando del crimen organizado. (Foto: Sofía Levin)