Cuatro asesinatos en menos de 24 horas sumó Rosario a su historial de violencia, que registra ya más de 170 homicidios en lo que va del año.

El primero de la cuenta fue el Eduardo Aguirre, de 25 años, el miércoles al mediodía en una casa de Villa Gobernador Gálvez y a manos de dos hombres en moto. Pero habría más violencia armada y fatal en las horas siguientes. Poco después de la nueve de la noche, Mauricio Sancimino (25) estaba en la puerta de su casa, en Ayacucho al 4000, cuando fue sorprendido, también, por dos personas a bordo de una moto. Una de ellas apuntó con una pistola y descargó varios disparos. Un balazo le perforó el brazo derecho y lo atravesó. El proyectil salió por la axila izquierda de Sandimino, quien cayó herido de muerte. Sus amigos lo llevaron al hospital Provincial, donde murió poco después.

En tanto, este jueves a la 1 ingresó en ambulancia al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez Nahuel Duarte, de 16 años, con un balazo en el vientre. Un amigo contó que a medianoche ambos estaban en Magallanes y Navarro, en la zona oeste, cuando dos hombres los enfrentaron. Uno de ellos, dijo el testigo, tiene relación con la venta de drogas en esa zona, y fue quien le disparó al adolescente a quemarropa. Nahuel, acotaron desde Fiscalía, había sido padre de un bebé en los últimos días.

También esta madrugada de jueves, un hombre de 35 años fue hallado sin vida en su casa de Pueyrredón al 4000. Se llamaba Ricardo Gallozo y quien lo encontró fue su compañero de vivienda. El cuerpo estaba sobre la cama, desnudo y atado por las piernas y brazos, además de una cinta adhesiva que le rodeaba la boca, los ojos y toda la cabeza, informaron desde el Ministerio Público Fiscal.

Por la declaración del compañero, la policía busca a un tercer hombre que sería la pareja ocasional de la víctima. En la casa notaron la ausencia de una notebook, un teléfono celular y las llaves de la moto de Gallozo.

Todos los homicidios recayeron sobre la fiscal Georgina Pairola.