Vicentin busca terminar de darle forma al comité de reestructuración dentro del concurso preventivo con la incorporación de los acreedores para empezar a definir una propuesta de pago de su pasivo que orilla los 1.300 millones de dólares. 

La apuesta que tiene en mente es que acepten el ingreso los bancos internacionales que con 500 millones de dólares tiene un gran pedazo del total de la deuda y, por ende, mayor injerencia. De esa forma puede esquivar los obstáculos de acreedores más antagonistas. 

Hay dos opciones en mente: separar a los acreedores financieros o agrupar a todos en la categoría de quirografarios. La segunda opción estaría más encaminada según supo RosarioPlus.

Es ahí donde tiene lógica para la firma el ingreso de la banca internacional que tiene un 40% del total de la deuda y, por lo tanto, mayor peso en la aprobación de la futura propuesta. Es que deberá lograr la mitad más una de las cápitas del grupo, más el 66,6 % del capital computable. 

Acordar la voluntad de la banca, más algunos productores, sería un buen movimiento de la firma para llegar a un arreglo y no tener que depender de la voluntad de acreedores de posiciones duras. 

En tanto, los únicos que ingresan en "privilegiados" está el Banco Nación, que es el mayor acreedor, y algunas deudas fiscales como puede ser la AFIP, y van por fuera de la aprobación de la propuesta porque tienen un tratamiento particular.