En el marco de la 47° Feria del Libro de Buenos Aires, uno de los referentes locales de la industria editorial reflexionó sobre la marcada baja en las ventas, los problemas de las editoriales de competir con productos importados, y una serie de reclamos que el sector llevará a una reunión con el gobierno nacional.

El contexto recesivo e inflacionario afectó a las industrias culturales, entre las cuales se contabiliza la del libro, que percibe bajas ventas y precios poco competitivos. Fue en ese marco que surgió un temor a que se incorpore el IVA a las editoriales y librerías. En este marco de incertidumbre, José Perico Pérez, titular de la editorial y librería Homo Sapiens reconoció en Sí 98.9 que “en la feria se está vendiendo relativamente bien, pero el resto del año no pasa lo mismo, ni en las librerías ni las editoriales”.

El consejero de la comisión directiva de la Cámara Argentina del Libro precisó que “el libro es un producto muy sensible, y cuando hay una crisis económica, es de los primeros bienes que se resienten, y de los últimos que se recuperan en la costumbre de consumirlos”.

Para paliar esta perspectiva que preocupa al sector, Pérez destacó “la importancia de que el Estado tenga políticas activas para el mundo del libro, como el beneficio que se dio a bibliotecas populares de ciudades de todo el país, que vienen con subvenciones y compran con descuento, y al llevar a sus localidades se logra la federalización de los libros”.

En este sentido, adelantó que la Cámara tiene prevista una reunión con el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto, sobre la cual adelantó: “Se van a reunir para corregir cosas. Una iniciativa es que el 14 de mayo se podrá comprar en 3 cuotas sin interés en todas las libre del país, es una buena iniciativa, que estamos pidiendo que se extienda hasta fin de año”.  

Puntualmente, el director de Homo Sapiens destacó cómo la apertura de importaciones masivas de libros en 2016 afectó al sector: “Hay un doble impacto: en Rosario hay dos grandes cadenas que importan mucho libros españoles, de bajo precio o saldo, y hay demasiadas editoriales argentinas que algunas son relegadas de esos espacios. La otra afectación son las imprentas, las grandes editoriales están imprimiendo en China a precios que no se puede competir, y no es solución prohibir la importación, pero sí hay que regular, escuchar al sector”.

Consultado por el rumor de que el Gobierno evalúe gravar con el IVA a la industria del libro, llevó tranquilidad, Pérez dijo: “No nos preocupa el rumor, porque hace unos días el ministro lo desmintió, dijo que de ninguna manera iba a aplicarlo”.

Reconoció también que Avelluto conoce la problemática del sector como ex gerente de Planeta. Claro que advirtió que de volverse un hecho, “sería muy complejo para las librerías y también para las editoriales”.

A pesar de esta situación crítica, el librero sigue apostando: “Desde Homo Sapiens publicamos nuevos títulos, y la gente los está comprando. No tenemos una industria al por mayor, somos intermedios, y por eso no podemos pedir subsidios para grandes máquinas, pero sí para gastos de imprenta.